Al día siguiente esperábamos la sorpresa de la maestra.
-Para terminar de investigar sobre la vida de Belgrano vamos
a salir de excursión a un lugar muy especial -dijo, contenta.
Los chicos festejaron, porque les encantaba salir de
excursión. A mi no me pasa lo mismo porque si hay que pagar el micro papá y
mamá se hacen problema.
- ¿En micro? -preguntó Laura porque a ella le pasa lo mismo.
No -dijo l a maestra-, vamos a ir caminando. ¿Saben a dónde?
Al Monumento a la Bandera.
Algunos chicos se desilusionaron.
-Uhhh, ya lo conocemos -dijeron, y la maestra explicó que
íbamos a hacer una visita guiada y que una señora nos iba a explicar muchos
detalles que no sabíamos.
“¿Monumento? ¿Cuál monumento?”, pensé y me quedé callado
porque no quería ser el único que no sabía de qué estaban hablando.
Y llegó el día. ¡Cómo nos gustaba salir de la escuela!
Llevábamos gorra para el sol, y una mochila con agua y algo
para comer porque no solo íbamos a ver el Monumento, sino que bajaríamos al
río, donde Manuel le había presentado por primera vez la Bandera celeste y
blanca a su Ejército.
Caminé junto a Laura conversando de una y otra cosa. Pasamos
por una de las esquinas donde están los cajones negros y le conté que ahí
habíamos encontrado un montón de libros. La dejé impresionada.
Después doblamos en la misma cuadra en la que lo hace papá
con el carro y cuando la maestra dijo “llegamos” yo no podía creerlo:
¡Estábamos en la torre!, ¡Qué no se llamaba “torre”! ¡Se llamaba “Monumento a
la Bandera”!
🌻Podés escuchar a la Bibliotecaria Melina Llanes leer este capítulo haciendo click 👇
No hay comentarios.:
Publicar un comentario