lunes, 19 de octubre de 2020

“Soy Manuel” Capítulo 15: ¡La Bandera! (2º Ciclo)

 


-Ya sabemos que a Manuel le interesaban muchas cosas. Y también lo preocupaba cómo se identificaban sus soldados. Los otros ejércitos tenían bandera… Pero el suyo, no. Por eso propuso que los soldados usaran escarapelas que los diferenciaran de los enemigos. Desde Buenos Aires lo autorizaron, pero eso no le alcanzó. Entonces, ordenó comprar tela celeste y blanca y mandó confeccionar una bandera. Después, fue con sus hombres a orillas del río Paraná y les presentó la Bandera que acababa de crear. Y todos juraron vencer a nuestros enemigos al grito de “¡VIVA LA PATRIA!”.

“¡Igual que nosotros en la fiesta del 25 de Mayo!, “pensé.

- ¿Fue en el río Paraná? – preguntó Laura-. ¿En este río que queda cerca de mi casa? Nosotros vamos a pescar algunos domingos.

-Sí, ese es el río – respondió la maestra-, por eso para mañana les tengo preparada una sorpresa.

Aunque los chicos insistieron mucho para que la contara, la maestra dijo que tenía que consultarlo con la directora y que cruzáramos los dedos para que nos saliera bien.

A mi me encantaban las sorpresas. ¿Qué iba a proponer la maestra?

Esa tarde, la tarea fue hacer una Bandera Argentina en el cuaderno. Mamá me ayudó a pegar papeles pequeñitos y me quedó preciosa.

-Estás más prolijo, Manu- me dijo cuando terminamos, y me puse contento.

-Mamá…

- ¿Sí? - preguntó ella.

- ¿Me podés llamar “Manuel”? Ese es mi nombre, ¿no es cierto?

-Sí, claro Manuel-dijo ella. -y aunque Rocío se burló, mamá le dijo que yo tenía derecho a decidir cómo quería que me llamaran.

¡Qué bueno era esto de tener derechos!


😎Si querés escuchar la lectura del capítulo 15 realizada por la Bibliotecaria Melina Llanes hacé click 👇








“SOY MANUEL” CAPÍTULO 15: ¡LA BANDERA! (1ºCICLO)

 

 

-Ya sabemos que a Manuel le interesaban muchas cosas. Y también lo preocupaba cómo se identificaban sus soldados. Los otros ejércitos tenían bandera… Pero el suyo, no. Por eso propuso que los soldados usaran escarapelas que los diferenciaran de los enemigos. Desde Buenos Aires lo autorizaron, pero eso no le alcanzó. Entonces, ordenó comprar tela celeste y blanca y mandó confeccionar una bandera. Después, fue con sus hombres a orillas del río Paraná y les presentó la Bandera que acababa de crear. Y todos juraron vencer a nuestros enemigos al grito de “¡VIVA LA PATRIA!”.

“¡Igual que nosotros en la fiesta del 25 de Mayo!, “pensé.

- ¿Fue en el río Paraná? – preguntó Laura-. ¿En este río que queda cerca de mi casa? Nosotros vamos a pescar algunos domingos.

-Sí, ese es el río – respondió la maestra-, por eso para mañana les tengo preparada una sorpresa.

Aunque los chicos insistieron mucho para que la contara, la maestra dijo que tenía que consultarlo con la directora y que cruzáramos los dedos para que nos saliera bien.

A mi me encantaban las sorpresas. ¿Qué iba a proponer la maestra?

Esa tarde, la tarea fue hacer una Bandera Argentina en el cuaderno. Mamá me ayudó a pegar papeles pequeñitos y me quedó preciosa.

-Estás más prolijo, Manu- me dijo cuando terminamos, y me puse contento.

-Mamá…

- ¿Sí? - preguntó ella.

- ¿Me podés llamar “Manuel”? Ese es mi nombre, ¿no es cierto?

-Sí, claro Manuel-dijo ella. -y aunque Rocío se burló, mamá le dijo que yo tenía derecho a decidir cómo quería que me llamaran.

¡Qué bueno era esto de tener derechos!

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martes, 13 de octubre de 2020

"SOY MANUEL" DE MARGARITA MAINÉ. CAPÍTULO 14: DERECHOS (1º CICLO)

 


 


Cuando llegué a casa me senté a practicar la cursiva en el cuadernito en el que Rocío me había dibujado todas las letras mientras mamá cosía los bolsillos de mi delantal.


- ¿Te dijo la maestra que practiques?


-me preguntó.


-No. Yo lo pensé porque lo que hago quiero hacerlo bien -dije, y mamá me regaló una sonrisa tan linda que pensé que iba a practicar cursiva todos los días.


Al rato vinieron a buscarme para un partido. Cerré el cuadernito y fui corriendo. Rocío tenía muchos deberes así que, con suerte, me tocaría a mi hacer los goles.


Después de cenar me concentré en las letras de mi revista. En una parte vi a Belgrano con otro hombre y pude leer yo solo: San-Mar-tín.


- ¿Quién es el santo Martín? -le pregunté a Rocío y ella se río.


-No es santo. Ya lo vas a aprender en la escuela.


No dijo nada más y pensé que ella no se acordaba y no podía inventar como cuando encontrábamos algo en los cajones.


Por lo que se veía en la revista, San Martín y Manuel eran del mismo bando.


Al día siguiente me animé a preguntarle a la maestra por San Martín.


-Muy bien, Manuel-dijo y otra vez pronunció mi nombre igual que cuando lo nombraba a él.


Después contó que cuando Belgrano ya estaba muy cansado y enfermo, le tuvo que dar su ejército al general José de San Martín. Dijo que era el próximo prócer sobre el que íbamos a investigar.


-Manuel, en su camino de batallas, fue poniendo en práctica algunas de sus ideas. Fundó pueblos, creó escuelas y dispuso que aún los más pobres tuvieran una parcela para poder sembrar. Insistió con la importancia de la escuela pública, gratuita y obligatoria. Incluso donó un premio que le otorgaron por su valentía, para construir cuatro escuelas. Estableció que los criollos y los naturales tuvieran los mismos derechos.


Yo ya sabía qué son los derechos. No son andar sin doblar. Los derechos son algunas cosas que todas las personas merecemos tener, no importa dónde nacimos ni cómo vivimos: como el derecho a comer, a ir a la escuela, a cuidar la salud, de eso se hablaba mucho en mi barrio.


Esa tarde, papá dijo que nos extrañaba y nos invitó a ir en el carro. Y cuando pasamos por el centro le dije:


-Papá, ¿por qué no vamos a la torre? Si todos tenemos los mismos derechos -dudé si una cosa tenía que ver con la otra, pero me pareció que sí. Papá detuvo el carro y me miró sorprendido.


-Ay, Manu, ¡cómo hablás desde que sabés leer! -dijo Rocío riendo, y no supe si lo decía porque estaba buena o solo me estaba cargando porque estaba mala.


- ¿Ya sabés leer? -preguntó papá.


-Algunas palabras-respondí, y era la verdad.


Y papá no dijo nada. No desvió el carro y paramos en la torre. Se sentó a descansar y pudimos jugar con Rocío como antes. Ella me dejó ser un ratito el capitán del barco, pero no me hizo caso cuando le di una orden.

Por suerte, nadie vino a decirnos que no podíamos estar ahí. A la vuelta, papá iba silbando una canción que me pone contento.

 

"Soy Manuel" de Margarita Mainé Capítulo 14: Derechos (2º Ciclo)

 


 


Cuando llegué a casa me senté a practicar la cursiva en el cuadernito en el que Rocío me había dibujado todas las letras mientras mamá cosía los bolsillos de mi delantal.

- ¿Te dijo la maestra que practiques?

-me preguntó.

-No. Yo lo pensé porque lo que hago quiero hacerlo bien -dije, y mamá me regaló una sonrisa tan linda que pensé que iba a practicar cursiva todos los días.

Al rato vinieron a buscarme para un partido. Cerré el cuadernito y fui corriendo. Rocío tenía muchos deberes así que, con suerte, me tocaría a mi hacer los goles.

Después de cenar me concentré en las letras de mi revista. En una parte vi a Belgrano con otro hombre y pude leer yo solo: San-Mar-tín.

- ¿Quién es el santo Martín? -le pregunté a Rocío y ella se río.

-No es santo. Ya lo vas a aprender en la escuela.

No dijo nada más y pensé que ella no se acordaba y no podía inventar como cuando encontrábamos algo en los cajones.

Por lo que se veía en la revista, San Martín y Manuel eran del mismo bando.

Al día siguiente me animé a preguntarle a la maestra por San Martín.

-Muy bien, Manuel-dijo y otra vez pronunció mi nombre igual que cuando lo nombraba a él.

Después contó que cuando Belgrano ya estaba muy cansado y enfermo, le tuvo que dar su ejército al general José de San Martín. Dijo que era el próximo prócer sobre el que íbamos a investigar.

-Manuel, en su camino de batallas, fue poniendo en práctica algunas de sus ideas. Fundó pueblos, creó escuelas y dispuso que aún los más pobres tuvieran una parcela para poder sembrar. Insistió con la importancia de la escuela pública, gratuita y obligatoria. Incluso donó un premio que le otorgaron por su valentía, para construir cuatro escuelas. Estableció que los criollos y los naturales tuvieran los mismos derechos.

Yo ya sabía qué son los derechos. No son andar sin doblar. Los derechos son algunas cosas que todas las personas merecemos tener, no importa dónde nacimos ni cómo vivimos: como el derecho a comer, a ir a la escuela, a cuidar la salud, de eso se hablaba mucho en mi barrio.

Esa tarde, papá dijo que nos extrañaba y nos invitó a ir en el carro. Y cuando pasamos por el centro le dije:

-Papá, ¿por qué no vamos a la torre? Si todos tenemos los mismos derechos -dudé si una cosa tenía que ver con la otra, pero me pareció que sí. Papá detuvo el carro y me miró sorprendido.

-Ay, Manu, ¡cómo hablás desde que sabés leer! -dijo Rocío riendo, y no supe si lo decía porque estaba buena o solo me estaba cargando porque estaba mala.

- ¿Ya sabés leer? -preguntó papá.

-Algunas palabras-respondí, y era la verdad.

Y papá no dijo nada. No desvió el carro y paramos en la torre. Se sentó a descansar y pudimos jugar con Rocío como antes. Ella me dejó ser un ratito el capitán del barco, pero no me hizo caso cuando le di una orden.

Por suerte, nadie vino a decirnos que no podíamos estar ahí. A la vuelta, papá iba silbando una canción que me pone contento.

 

 

martes, 6 de octubre de 2020

“Soy Manuel” de Margarita Mainé Capítulo 13: “Batallas” (2º Ciclo)

 


En la escuela la maestra seguía contándonos la historia de Manuel:

-A Manuel le gustaba más discutir ideas que pelear con las armas, no sabía usarlas ni tampoco sabía nada de estrategias militares; pero como los realistas, es decir, los que apoyaban al rey de España, querían seguir gobernándonos, entendió que no había más remedio que formar un ejército para derrotarlos. ¿Qué se imaginan que hizo entonces? – preguntó.

-Estudió – dije yo, porque a Belgrano le gustaba tanto estudiar.

-Sí, muy bien, Manuel – dijo ella, y algunos compañeros se dieron vuelta para mirarme porque a mí todos me decían “Manu” -. Se puso a estudiar sobre ese tema. Tomó clases para usar el fusil, leyó todo lo que pudo sobre maniobras militares y aprendió cómo mejorar los ejércitos para pelear por su patria. Porque Manuel cada cosa que hacía quería hacerla bien.

Después una nena preguntó qué quería decir “patria” y algunos chicos se rieron. Pero cuando la maestra insistió en que alguien lo explicara, nadie sabía responder. Entonces mandó a Laura otra vez a buscar la palabra en el diccionario.

PATRIA: País o lugar en el que se ha nacido o al que se pertenece.

- ¿Y quieren saber cómo fue la primera vez que tuvo que pelear para defender a nuestra patria? -dijo, y sin esperar respuesta siguió con la historia-: En 1806, un buque inglés llegó a Buenos Aires con intención de invadir la ciudad.

-Pero… ¿no mandaban los españoles?

-Sí- dijo la maestra-. Gobernaban los españoles, pero los ingleses querían apropiarse de estas tierras también. Belgrano los enfrentó con un pequeño grupo de hombres que no estaba bien preparado y tuvo que retirarse al primer cañonazo. Fue su primera derrota como soldado.

“Pobre Manuel”, pensé.

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“SOY MANUEL” DE MARGARITA MAINÉ CAPÍTULO 13: “BATALLAS” (1º CICLO)

 



En la escuela la maestra seguía contándonos la historia de Manuel:

-A Manuel le gustaba más discutir ideas que pelear con las armas, no sabía usarlas ni tampoco sabía nada de estrategias militares; pero como los realistas, es decir, los que apoyaban al rey de España, querían seguir gobernándonos, entendió que no había más remedio que formar un ejército para derrotarlos. ¿Qué se imaginan que hizo entonces? – preguntó.

-Estudió – dije yo, porque a Belgrano le gustaba tanto estudiar.

-Sí, muy bien, Manuel – dijo ella, y algunos compañeros se dieron vuelta para mirarme porque a mí todos me decían “Manu” -. Se puso a estudiar sobre ese tema. Tomó clases para usar el fusil, leyó todo lo que pudo sobre maniobras militares y aprendió cómo mejorar los ejércitos para pelear por su patria. Porque Manuel cada cosa que hacía quería hacerla bien.

Después una nena preguntó qué quería decir “patria” y algunos chicos se rieron. Pero cuando la maestra insistió en que alguien lo explicara, nadie sabía responder. Entonces mandó a Laura otra vez a buscar la palabra en el diccionario.

PATRIA: País o lugar en el que se ha nacido o al que se pertenece.

- ¿Y quieren saber cómo fue la primera vez que tuvo que pelear para defender a nuestra patria? -dijo, y sin esperar respuesta siguió con la historia-: En 1806, un buque inglés llegó a Buenos Aires con intención de invadir la ciudad.

-Pero… ¿no mandaban los españoles?

-Sí- dijo la maestra-. Gobernaban los españoles, pero los ingleses querían apropiarse de estas tierras también. Belgrano los enfrentó con un pequeño grupo de hombres que no estaba bien preparado y tuvo que retirarse al primer cañonazo. Fue su primera derrota como soldado.

“Pobre Manuel”, pensé.


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