martes, 29 de septiembre de 2020

Soy Manuel, de Margarita Mainé. Cap. 12 "PA-LA-BRAS" (2º Ciclo)

 


-Qué bien te salió la cursiva – me dijo Rocío, porque creo que era la primera vez que se podía leer algo en mi cuaderno.

-Manuel está mejorando mucho en la escuela -le dijo mamá a la vecina, y me dio un poco de orgullo y otro de vergüenza.

Después salimos con papá, pero paramos en una plaza sin escaleras ni torre que estaba detrás de la estación.

- ¿Por qué no paramos en la torre? – le preguntamos desilusionados. ¡Era la parte del paseo que más nos gustaba!

- Es que…- papá se puso colorado como le pasaba cuando se enojaba por algo-, parece que no tenemos derecho a pararnos donde queremos. Nos pidieron los agentes de tránsito que con los carritos paráramos en este lugar.

Desde esa tarde, ya no nos entusiasma tanto el paseo en el carro y nos quedábamos en casa.

Por la noche, Rocío se pasaba a mi cama y me enseñaba cómo sonaban las letras cuando iban juntas. Hasta que una vez llegó a explicarme cómo se leían dos consonantes juntas con una vocal, eso que me resultaba tan difícil, y me daba un ejemplo con una palabra:

            P-R-A     PRADO

           P-R-E      PREMIO

           P-R-I       PRIMERO

Y cuando ella dijo “P-R-O” yo grité “PRÓCER”, porque me acordé de Manuel.

Después se fue a su cama y, mirando la revista, descubrí unas letras que decían “CABALLO” y “BATALLA”. No dije nada. Me dormí contento pensando en que yo también podía lograr cosas como Belgrano.


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SOY MANUEL, DE MARGARITA MAINÉ. CAP. 12 "PA-LA-BRAS" (1º CICLO)

 



-QUÉ BIEN TE SALIÓ LA CURSIVA -ME DIJO ROCÍO, PORQUE CREO QUE ERA LA PRIMERA VEZ QUE SE PODÍA LEER ALGO EN MI CUADERNO.

- MANUEL ESTÁ MEJORANDO MUCHO EN LA ESCUELA -LE DIJO MAMÁ A LA VECINA, Y ME DIO UNPOCO DE ORGULLO Y OTRO DE VERGÛENZA.

DESPUÉS SALIMOS CON PAPÁ PERO PARAMOS EN UNA PLAZA SIN ESCALERAS NI TORRE QUE ESTABA DETRÁS DE LA ESTACIÓN.

- ¿POR QUÉ NO PARAMOS EN LA TORRE? - LE PREGUNTAMOS DESILUSIONADOS. ¡ERA LA PARTE DEL PASEO QUE MÁS NOS GUSTABA!

- ES QUE...-PAPÁ SE PUSO COLORADO COMO LE PASABA CUANDO SE ENOJABA POR ALGO-, PARECE QUE NO TENEMOS DERECHO A PARARNOS DONDE QUEREMOS. NOS PIDIERON LOS AGENTES DE TRÁNSITO QUE CON LOS CARRITOS PARÁRAMOS EN ESTE LUGAR.

DESDE ESA TARDE, YA NO NOS ENTUSIASMABA TANTO EL PASEO EN EL CARRO Y NOS QUEDÁBAMOS EN CASA.

POR LA NOCHE, ROCÍO SE PASABA A MI CAMA Y ME ENSEÑABA CÓMO SONABAN LAS LETRAS CUANDO IBAN JUNTAS. HASTA QUE UNA VEZ  LLEGÓ A EXPLICARME CÓMO SE LEÍAN DOS CONSONANTES JUNTAS CON UNA VOCAL, ESO QUE ME RESULTABA TAN DIFÍCIL, Y ME DABA UN EJEMPLO CON UNA PALABRA:

P-R-A       PRADO

P-R-E       PREMIO 

P-R-I        PRIMERO

Y CUANDO ELLA DIJO "P-R-O" YO GRITÉ "PRÓCER", PORQUE ME ACORDÉ DE MANUEL.

DESPUÉS SE FUE A SU CAMA Y, MIRANDO LA REVISTA DESCUBRÍ UNAS LETRAS QUE DEECÍAN "CABALLO" Y  "BATALLA". NNO DIJE NADA. ME DORMÍ CONTENTO PENSANDO EN QUE YO TAMBIÉN PODÍA LOGRAR COSAS COMO BELGRANO. 


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martes, 15 de septiembre de 2020

SOY MANUEL DE MARGARITA MAINÉ. CAP. 11 "LA PLUMA" (1º CICLO)

 


 ¡Era larga la historia de Manuel Belgrano! Pero día a día la maestra nos iba contando:

- A los 15 años el papá lo mandó a España, a vivir con una de sus hermanas que ya estaba casada, para que pudiera estudiar la carrera de Abogacía en una universidad llamada Salamanca. Pero él no se contentó con estudiar lo que le pedían. Manuel era un ávido lector y se interesó por muchos autores que lo llevaron a descubrir pensamientos nuevos: valores como la igualdad, la libertad y la fraternidad.

 La maestra dijo que después íbamos a buscar las palabras difíciles en el diccionario, pero por suerte se olvidó. Le gustaba mucho contar la historia de Belgrano.

 - Nueve años después, cuando ya estaba recibido de abogado, le ofrecieron volver a su tierra como secretario del Consulado de Comercio en Buenos Aires, pensando que iba a defender los privilegios de los españoles.

 - ¿Nueve años lejos de su casa? - preguntó Laura.

 - Sí - dijo la maestra -. Y aquellas ideas sobre las que tanto había leído le marcaron nuevos caminos.

 - Aunque su trabajo como secretario era escribir cartas y actas para archivar, Belgrano no podía dejar de advertir las injusticias que vivían todos los días los que habían nacido en estas tierras. Y como le gustaba mucho escribir, empezó a registrar todas las ideas que tenía sobre temas muy diversos. Fue uno de nuestros primeros periodistas: sus opiniones aparecían en dos periódicos de la época. Escribía con pluma y tintero porque en esos tiempos no había lapiceras ni biromes.

 La maestra mostró una hoja con un escrito de Manuel. Era increíble. ¡Qué prolijo!


Este Belgrano no dejaba de sorprenderme. ¿Cómo que le gustaba escribir? Con lo que costaba dibujar la letra cursiva...

 Y después la maestra también nos sorprendió. Nos dio plumas y tinta y tuvimos que escribir nuestro nombre como se hacía en esos tiempos. Fue re difícil pero yo lo intenté un montón de veces y al final me quedó bastante bien. 

 


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Soy Manuel de Margarita Mainé. Cap. 11 "La pluma" (2ºCiclo)



 ¡Era larga la historia de Manuel Belgrano! Pero día a día la maestra nos iba contando:

- A los 15 años el papá lo mandó a España, a vivir con una de sus hermanas que ya estaba casada, para que pudiera estudiar la carrera de Abogacía en una universidad llamada Salamanca. Pero él no se contentó con estudiar lo que le pedían. Manuel era un ávido lector y se interesó por muchos autores que lo llevaron a descubrir pensamientos nuevos: valores como la igualdad, la libertad y la fraternidad.

La maestra dijo que después íbamos a buscar las palabras difíciles en el diccionario, pero por suerte se olvidó. Le gustaba mucho contar la historia de Belgrano.

- Nueve años después, cuando ya estaba recibido de abogado, le ofrecieron volver a su tierra como secretario del Consulado de Comercio en Buenos Aires, pensando que iba a defender los privilegios de los españoles.

- ¿Nueve años lejos de su casa? - preguntó Laura.

- Sí - dijo la maestra -. Y aquellas ideas sobre las que tanto había leído le marcaron nuevos caminos.

- Aunque su trabajo como secretario era escribir cartas y actas para archivar, Belgrano no podía dejar de advertir las injusticias que vivían todos los días los que habían nacido en estas tierras. Y como le gustaba mucho escribir, empezó a registrar todas las ideas que tenía sobre temas muy diversos. Fue uno de nuestros primeros periodistas: sus opiniones aparecían en dos periódicos de la época. Escribía con pluma y tintero porque en esos tiempos no había lapiceras ni biromes.

La maestra mostró una hoja con un escrito de Manuel. Era increíble. ¡Qué prolijo!


Este Belgrano no dejaba de sorprenderme. ¿Cómo que le gustaba escribir? Con lo que costaba dibujar la letra cursiva...

Y después la maestra también nos sorprendió. Nos dio plumas y tinta y tuvimos que escribir nuestro nombre como se hacía en esos tiempos. Fue re difícil pero yo lo intenté un montón de veces y al final me quedó bastante bien. 



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martes, 8 de septiembre de 2020

"Soy Manuel" de Margarita Mainé. Cap. 10 "Fútbol" (2º Ciclo)

 



Una tarde no salimos con papá en el carro. Nos quedamos en la canchita porque se armó un partido.

Rocío hizo dos goles y yo ninguno. Por eso la elegían a ella primero cuando armábamos el equipo. Mientras comíamos dijo que las nenas jugaban mejor que los varones al fútbol y mamá opinó que no era cuestión de ser nena o varón sino de práctica.

Yo me preguntaba si, solo por ser un año mayor, a ella le salía todo mejor que a mi. 

Ya en la cama, no quise hojear la revista. Me tapé la cara con un almohadón porque no me gusta que nadie me mire  cuando estoy enojado. 

- Manu- me dijo Rocío, arrepentida de haberme peleado - ¿Te enseño las letras? 

- Las letras las sé, pero con eso no alcanza para saber leer.

Entonces ella se pasó a mi cama y en un cuadernito que papá había encontrado en los cajones negros me puso la M y me enseñó cómo sonaba con cada vocal.

Estuvimos un rato largo con cada letra. Ahí descubrí  que si alguien escribía por mi yo lo entendía mejor. Mi problema era copiar, eso sí que no me salía.

- Mañana seguimos - dijo Rocío porque tenía sueño.

Me quedé repitiendo las sílabas para acordármelas.

 D-A     DA 

D-E      DE

D-I      DI

D-O    DO

"Do" de "dormido". Yo también estaba cansado.

A la mañana siguiente Rocío le dijo a mamá que yo casi sabía leer. ¿La había engañado o sólo era uno de sus días buenos conmigo?


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SOY MANUEL, DE MARGARITA MAINÉ. CAP. 10 "FÚTBOL" (1º CICLO)

 


UNA TARDE NO SALIMOS CON PAPÁ CON EL CARRO. NOS QUEDAMOS EN LA CANCHITA PORQUE SE ARMÓ PARTIDO.

ROCÍO HIZO DOS GOLES Y YO NINGUNO. POR ESO LA ELEGÍAN A ELLA PRIMERO CUANDO ARMÁBAMOS EL EQUIPO. MIENTRAS COMÍAMOS DIJO QUE LAS NENAS JUGABAN MEJOR QUE LOS VARONES AL FÚTBOL Y MAMÁ OPINÓ QUE NO ERA CUESTIÓN DE SER NENA O CARÓN SINO DE PRÁCTICA.

YO ME PREGUNTABA SI, SOLO POR SER UN AÑO MAYOR, A ELLA LE SALÍA TODO MEJOR QUE A MI.

YA EN LA CAMA, NO QUISE HOJEAR LA REVISTA.

ME TAPÉ LA CARA CON UN ALMOHADÓN PORQUE NO ME GUSTA QUE NADIE ME MIRE CUANDO ESTOY ENOJADO.

- MANU- ME DIJO ROCÍO, ARREPENTIDA DE HABERME PELEADO -. ¿TE ENSEÑO LAS LETRAS?

- LAS LETRAS LAS SÉ, PERO CON ESO NO ALCANZA PARA SABER LEER.

ENTONCES ELLA SE PASÓ A MI CAMA Y EN UN CUADERNITO QUE PAPÁ HABÍA ENCONTRADO EN LOS CAJONES NEGROS ME PUSO LA M Y ME ENSEÑÓ CÓMO SONABA CON CADA VOCAL.

ESTUVIMOS UN RATO LARGO CON CADA LETRA. AHÍ DESCUBRÍ QUE SI ALGUIEN ESCRIBÍA POR MI YO LO ENTENDÍA MEJOR. MI PROBLEMA ERA COPIAR, ESO SÍ QUE NO ME SALÍA.

- MAÑANA SEGUIMOS - DIJO ROCÍO PORQUE TENÍA SUEÑO.

ME QUEDÉ REPITIENDO LAS SÍLABAS PARA ACORDÁRMELAS. 

D-A    DA

D-E    DE

D-I    DI

D-O   DO

"DO" DE "DORMIDO". YO TAMBIÉN ESTABA CANSADO. 

A LA MAÑANA SIGUIENTE ROCÍO LE DIJO A MAMÁ QUE YO CASI SABÍA LEER. ¿LA HABÍA ENGAÑADO O SOLO ERA UNO DE SUS DÍAS BUENOS CONMIGO?

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CUENTOS CON ZORROS: "EL ZORRO Y EL QUIRQUINCHO" (CUENTO POPULAR ARGENTINO) (3º AÑO)

 



ALLÍ ESTABA EL ZORRO, DESCANSANDO A LA SOMBRA DE UN ÁRBOL, CUANDO VIO ACERCARSE AL QUIRQUINCHO Y LE PROPUSO UN TRATO VENTAJOSO.

—TENGO UN BURN CAMPO, PERO NO TENGO TIEMPO PARA SEMBRARLO. ¿QUÉ LE PARECE SI YO PONGO LA TIERRA Y USTED HACE EL TRABAJO?

—¿Y CÓMO NOS REPARTIMOS LAS GANANCIAS? —PREGUNTÓ EL QUIRQUINCHO DESCONFIADO. SABÍA QUE EL ZORRO ERA UN TRAMPOSO.

—ESTE AÑO, DERÁ PARA MI TODO LO QUE CREZCA DEBAJO DE LA TIERRA  Y PARA USTED, TODO LO QUE CREZCA DEBAJO DEBAJO DE LA TIERRA ¿LE PARECE BIEN?

EL QUIRQUINCHO PENSÓ, PENSÓ, PENSÓ Y, FINALMENTE, ACEPTÓ.

ENTONCES, SEMBRÓ PAPAS Y SE CANSÓ DE JUNTAR PAPAS GRANDES Y CHIQUITAS. EL ZORRO SOLO RECIBIÓ UN MONTÓN DE HOJAS DESABRIDAS. MOLESTO, PROPUSO OTRAS CONDICIONES.



—ESTE AÑO. SERÁ PARA MI TODO LO QUE CREZCA DEBAJO DE LA TIERRA Y PARA USTED, TODO LO QUE CREZCA ARRIBA DE LA TIERRA. ¿LE PARECE BIEN?

EL QUIRQUINCHO PENSÓ, PENSÓ, PENSÓ Y, FINALMENTE, ACEPTÓ.

ENTONCES, SEMBRÓ TRIGO Y SE CANSÓ DE JUNTAR ESPIGAS RICAS Y DORADAS. EL ZORRO RECIBIÓ RAÍCES QUE NO SERVÍAN PARA NADA. ENOJADO, PUSO OTRAS CONDICIONES.



—ESTE AÑO, SERÁ PARA MI TODO LO QUE CREZCA ARRIBA Y ABAJO Y PARA USTED, TODO LO QUE CREZCA EN EL MEDIO DE LAS PLANTAS. ¿LE PARECE BIEN?

EL QUIRQUINCHO PENSÓ, PENSÓ, PENSÓ Y, FINALMENTE, ACEPTÓ.

ENTONCES, SEMBRÓ MAIZ. DE ENTRE LAS HOJAS, SACÓ SABROSOS CHOCLOS AMARILLOS. AL ZORRO SOLO LE QUEDARON RAÍCES Y PUNTAS SECAS INSERVIBLES. FURIOSO, DECIDIÓ NO HACER MÁS TRATOS Y SE FUE CALLADITO Y CON LA COLA ENTRE LAS PATAS.


CUENTO POPULAR ARGENTINO. VERSIÓN LIBRE DE LAIZA OTAÑI.

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👉https://www.facebook.com/quirquinchocantor/videos/149494475435276

BIBLIOGRAFÍA: 

👉https://www.blogger.com/blog/post/edit/2304766177224426139/3005841122963581472#

viernes, 4 de septiembre de 2020

"El traje nuevo del emperador" de Hans Christian Andersen

 


Hace muchos años había un Emperador a quien le gustaba lucir cada día un traje nuevo. No le interesaba el teatro ni los paseos; solo disfrutaba de elegir sus prendas.
Gran cantidad de viajeros visitaban la ciudad donde reinaba el Emperador. Una vez llegaron dos estafadores que decían que eran tejedores; aseguraban que podían hacer bellas telas y que sus prendas tenían una virtud: eran invisibles para los que no eran aptos para sus trabajos o que eran poco inteligentes.  

“¡Deben ser unos trajes magníficos!” -pensó el Emperador-. “Si los tuviese podría saber qué funcionarios no son aptos para el cargo y distinguir entre los inteligentes y los tontos”.
Entonces, ordenó: - ¡Preparad todo para que estos tejedores produzcan sus telas!
Envió dinero para pagarles el trabajo y los dos pícaros armaron un telar y simularon que trabajaban; pero no tenían hilos, ni lanas en la máquina. Solicitaron sedas finas y hebras de oro. Pero escondieron el dinero, las sedas y los hilos de oro en un lugar secreto y fingieron que trabajaban en los telares hasta muy entrada la noche.
Pasados unos días, pensó el Emperador: “Quisiera saber si ya han tejido una parte de la tela”-. Pero no se decidía a visitar él mismo a los falsos tejedores, prefirió enviar primero a su viejo Ministro para que averiguase cómo lucían las telas.
El Ministro se presentó en el taller. Los dos embaucadores parecían trabajar en sus telares vacíos. “¡Qué es esto!” -pensó el Ministro - “¡No veo nada!”. Pero guardó silencio.
Los tramposos le preguntaron si no le parecía magnífica la tela. El anciano solo veía el telar vacío porque estaba vacío y sentía una gran preocupación. “¿Seré tonto acaso? ¿O seré inútil para mi cargo de Ministro?” -pensaba-.
Uno de los tejedores le nombraba los colores del hilado invisible: - ¿Le gustan el ocre y el púrpura, señor Ministro? -¡Oh! -respondió él-. Diré al Emperador que me han gustado mucho los colores. Y así lo hizo.
Los estafadores pidieron entonces más dinero, seda y oro para seguir tejiendo. Ni una hebra se empleó en el telar. Ellos continuaron simulando que trabajaban.
El Emperador envió a otro funcionario a observar la tela y a informarse sobre cuánto faltaba para que estuviera lista. Al segundo funcionario le ocurrió lo mismo y pensaba:-“Yo no soy tonto y no quiero perder mi trabajo. Mantendré silencio y nadie se dará cuenta”. Entonces habló
maravillas de la tela que no veía. –¡Es admirable! –decía.
Todos los pobladores hablaban de la tela. Un día, el Emperador quiso verla y se dirigió junto a su comitiva hacia el lugar donde trabajaban los pícaros. Al llegar, los dos continuaban tejiendo sin hebras ni hilos.

– ¡Qué admirable! -exclamaron varios.
– Observe, Majestad, los dibujos –comentaban creyendo que los demás veían la tela.
“¿Qué es lo que ocurre? -pensó el Emperador-. ¡No veo nada! Sería espantoso que el pueblo pensara que no sirvo como Emperador”.
– ¡Oh, sí, es muy bonita! -dijo-. Con alegría miraba el telar vacío para no confesar que no veía nada. Todo el mundo parecía encantado.
Un secretario le aconsejó al Emperador:-¡Ordenad a los tejedores que se apresuren!
El Emperador deseaba estrenar los trajes en la fiesta del pueblo que se celebraría en pocos días. Los falsos tejedores prometieron que estarían listos para el desfile.
Durante la noche anterior a la fiesta, los embaucadores mantuvieron muchas lámparas encendidas.
Simularon quitar la tela del telar, hicieron de cuenta que cortaban con grandes tijeras y se los veía coser con agujas sin hilos. Al amanecer, exclamaron: -¡Por fin, el traje está listo!
Llegó el Emperador junto a sus caballeros y los dos mentirosos, levantando los brazos como si sostuviesen algo, fueron anunciando:
– Estos son los pantalones.
– Aquí le alcanzamos a Su Majestad la casaca de oro. 
– Sostened vosotros el manto…
A unos y a otros les iban explicando: -Como todos podéis ver, las prendas son livianas como si fuesen alas de mariposas, es como si no se llevara nada sobre el cuerpo.
¡Sí! -asintieron los cortesanos, a pesar de que no veían nada.
– Por favor, Majestad –dijeron los dos bribones-. Quítese usted el traje para vestirse con el nuevo.
El Emperador se quitó sus prendas y los dos simularon ponerle los pantalones, la casaca y el manto. Uno de ellos tomó al Emperador por la cintura, hizo como si le atase algo alrededor de ella y exclamó: -Observe, Majestad, en el espejo, el extraordinario largo de la cola.
El monarca daba una y otra vuelta ante el espejo. -¡Qué bien le sienta! -exclamaban todos-.
¡Es un traje precioso!
– El desfile está a punto de empezar– anunció el maestro de ceremonias.
– Muy bien -dijo el Emperador-. Los encargados de sostener la cola bajaron las manos al suelo como para levantarla y avanzaron como si verdaderamente la sostuvieran.
Ninguno quería confesar que no veía nada. El Emperador avanzó mientras el pueblo desde la calle, decía: -¡Qué preciosos son los vestidos! ¡Qué cola magnífica!
Nadie deseaba que los demás lo consideraran incapaz o poco inteligente. Ningún traje del Emperador había tenido tanto éxito como aquel. 

– ¡Pero si no lleva nada! -exclamó de pronto un niño.
Desde ese momento, todo el mundo comentaba en voz baja: -¡Un niño dice que el Emperador está desnudo!
– ¿Escucharon al pequeño?- preguntaban algunos-. ¡Dice que el Emperador no lleva nada!
– ¡Pero si está desnudo! -gritó, al fin, el pueblo entero.
Aquello inquietó al Emperador pues se daba cuenta de que el pueblo tenía razón. Pensó entonces:
“Debo seguir hasta el fin de los festejos”. Y continuó más altivo que nunca mientras los ayudantes continuaban sosteniendo la cola invisible de su traje.

Versión libre de “El traje nuevo del Emperador” de Hans Cristian Andersen.

Aquí podés disfrutar de un hermoso video 👇

                         https://youtu.be/dYR9ZSmLgZs

Bibliografía on linehttps://continuemosestudiando.abc.gob.ar/recurso/primaria/4-to-ano/practicas-del-lenguaje/actividades-para-realizar-en-el-hogar?u=5ebd8bae165a44e7baf75bae

https://www.bing.com/images/search?view=detailV2&ccid=Yihqz4d0&id=8FABB4B1FAA72CA5B912A81B95BC61E01C8F0988

"Pedro Urdemales y la ollita mágica" (Relato tradicional)

 


Una vez Pedro Urdemales estaba cerca de un camino haciendo su comida en una olla que, calentada a un fuego vivo, hervía que era un primor.

Divisó a lo lejos que venía un caballero montado en una mula y se le ocurrió jugarle una treta. Sacó rápidamente la olla de las brasas, apagó el fuego con sus pies y se la llevó a un lugar distante. La puso arriba de unas piedras en medio del camino por el que venía el caballero y, justo cuando éste pasaba, golpeó con dos palitos la cobertera de la olla como si fuese un tambor.

Repitiendo al compás del tamboreo dijo:
—Hierve, hierve, ollita hervidora, que no es para mañana, sino para ahora.
El caballero, sorprendido de una operación tan extraña, se detuvo y le preguntó:

—Dígame compadre, ¿qué hace usted ahí sentado, golpeando con unos palitos la tapa de una olla?

—Estoy haciendo mi comidita —respondió Pedro Urdemales.
—¿Y cómo la hace sin tener fuego? —interrogó el caballero.
Pedro, levantando la tapa de la olla, repuso:
—Ya ve, señor, como hierve la comidita. Es una olla mágica que me dio mi madre. Para que hierva no hay más que llenarla de agua, poner todo lo que quiera comer, tamborear en la tapa y decirle:

—Hierve, hierve, ollita hervidora que no es para mañana, sino para ahora.
El caballero, que era avaro, pensó “si tengo una olla mágica puedo llenarme de oro” y quiso comprársela. Le dijo:

—¿Por qué no me vende la ollita?
—No, esto no lo vendo. Es el único medio que tengo para vivir.

—Véndamela. A mi mujer la haría muy feliz tenerla. Ya no tendría que ir más al monte a buscar leña y cargarla, ni prender el fuego. Yo le voy a pagar el precio que usted me pida.

Pedro Urdemales, que quería sacar el máximo provecho de la situación, se hizo mucho de rogar, hasta que el caballero le ofreció mil pesos por ella y aceptó.

Cada cual siguió su camino. El caballero, que creyó hacer un gran negocio, llegó a su casa contento, le contó a su mujer y se dispuso a probar la ollita mágica. Le puso agua, unas verduras, un pedazo de carne, le pegó como un tambor a la tapa mientras decía:

—Hierve, hierve, ollita hervidora que no es para mañana, sino para ahora.
¡Pero la ollita seguía fría! Pedro Urdemales, ya lejos, saboreaba la plata de su negocio.

Dato importante: Relato tradicional español llegado a América en el siglo XVII. Los personaje se adaptaron a pícaros del campo argentino, así como de Chile y Perú.

💚 Haciendo click  me escucharás leerte el relato de este personaje tramposo 👇



Bibliografía on linehttps://continuemosestudiando.abc.gob.ar/recurso/primaria/4-to-ano/practicas-del-lenguaje/actividades-para-realizar-en-el-hogar?u=5ebd8bae165a44e7baf75bae

Cuentos con zorros: "El zorro y el quirquincho" (Cuento popular argentino)




Allí estaba el zorro, descansando a la sombra de un árbol, cuando vio acercarse al quirquincho y le propuso un trato ventajoso.

—Tengo un buen campo, pero no tengo tiempo para sembrarlo. ¿Qué le parece si yo pongo la tierra y usted hace el trabajo?

—¿Y cómo nos repartimos las ganancias? —preguntó el quirquincho desconfiado. Sabía que el zorro era muy tramposo.

—Este año, será para mí todo lo que crezca arriba de la tierra y para usted, todo lo que crezca debajo de la tierra. ¿Le parece bien?

El quirquincho pensó, pensó, pensó y, finalmente, aceptó.

Entonces, sembró papas y se cansó de juntar papas grandes y chiquitas. El zorro solo recibió un montón de hojas desabridas. Molesto, propuso otras condiciones.

—Este año, será para mí todo lo que crezca debajo de la tierra y para usted, todo lo que crezca arriba de la tierra. ¿Le parece bien?



El quirquincho pensó, pensó, pensó y, finalmente, aceptó.

Entonces, sembró trigo y se cansó de juntar espigas ricas y doradas. El zorro solo recibió raíces que no servían para nada. Enojado, puso otras condiciones.

—Este año, será para mí todo lo que crezca arriba y abajo y para usted, todo lo que crezca en el medio de las plantas. ¿Le parece bien?

El quirquincho pensó, pensó, pensó y, finalmente, aceptó.

Entonces, sembró maíz. De entre las hojas, sacó sabrosos choclos amarillos. Al zorro solo le quedaron raíces y puntas secas inservibles. Furioso, decidió no hacer más tratos y se fue calladito y con la cola entre las patas.

Cuento popular argentino. Versión libre de Laiza Otañi


Aquí podés disfrutar de este cuento en video haciendo click 👉 https://www.facebook.com/quirquinchocantor/videos/149494475435276


 BIBLIOGRAFÍA ON LINE: https://continuemosestudiando.abc.gob.ar/recurso/primaria/2-do-ano/practicas-del-lenguaje/actividades-para-realizar-en-el-hogar?u=5f0da92e71fc12bf887a89fc

https://narrativabreve.com/2014/10/cuento-infantil-el-zorro-y-el-quirquincho.html

"Las medias de los flamencos" de Horacio Quiroga

 

Cierta vez las víboras dieron un gran baile. Invitaron a las ranas y a los sapos, a los flamencos, y a los yacarés y a los peces. Los peces, como no caminan, no pudieron bailar; pero siendo el baile a la orilla del río, los peces estaban asomados a la arena, y aplaudían con la cola. 

Los yacarés, para adornarse bien, se habían puesto en el pescuezo un collar de plátanos, y fumaban cigarros paraguayos. Los sapos se habían pegado escamas de peces en todo el cuerpo, y caminaban meneándose, como si nadaran. Y cada vez que pasaban muy serios por la orilla del río, los peces les gritaban haciéndoles burla. 

Las ranas se habían perfumado todo el cuerpo, y caminaban en dos pies. Además, cada una llevaba colgada, como un farolito, una luciérnaga que se balanceaba. 

Pero las que estaban hermosísimas eran las víboras. Todas, sin excepción, estaban vestidas con traje de bailarina, del mismo color de cada víbora. Las víboras coloradas llevaban una pollerita de tul colorado; las verdes, una de tul verde; las amarillas, otra de tul amarillo; y las yararás, una pollerita de tul gris pintada con rayas de polvo de ladrillo y ceniza, porque así es el color de las yararás.

Y las más espléndidas de todas eran las víboras de coral, que estaban vestidas con larguísimas gasas rojas, y negras, y bailaban como serpentinas. Cuando las víboras danzaban y daban vueltas apoyadas en la punta de la cola, todos los invitados aplaudían como locos. 

Sólo los flamencos, que entonces tenían las patas blancas, y tienen ahora como antes la nariz muy gruesa y torcida, sólo los flamencos estaban tristes, porque como tienen muy poca inteligencia, no habían sabido cómo adornarse. Envidiaban el traje de todos, y sobre todo el de las víboras de coral. Cada vez que una víbora pasaba por delante de ellos, coqueteando y haciendo ondular las gasas de serpentinas, los flamencos se morían de envidia. 

Un flamenco dijo entonces: 

–Yo sé lo que vamos a hacer. Vamos a ponernos medias coloradas, blancas y negras, y las víboras de coral se van a enamorar de nosotros.

Y levantando todos juntos el vuelo, cruzaron el río y fueron a golpear en un almacén del pueblo. 

–¡Tan-tan! –pegaron con las patas.

–¿Quién es? –respondió el almacenero.

–Somos los flamencos. ¿Tiene medias coloradas, blancas y negras?

–No, no hay –contestó el almacenero–. ¿Están locos? En ninguna parte van a encontrar medias así. 

Los flamencos fueron entonces a otro almacén.

–¡Tan-tan! ¿Tiene medias coloradas, blancas y negras?

El almacenero contestó:

– ¿Cómo dice? ¿Coloradas, blancas y negras? No hay medias así en ninguna parte. Ustedes están locos. ¿Quiénes son?

–Somos los flamencos –respondieron ellos.

Y el hombre dijo: 

–Entonces son con seguridad flamencos locos.

Fueron a otro almacén.

–¡Tan-tan! ¿Tiene medias coloradas, blancas y negras?

El almacenero gritó: 

–¿De qué color? ¿Coloradas, blancas y negras? Solamente a pájaros narigudos como ustedes se les ocurre pedir medias así. ¡Váyanse en seguida!

Y el hombre los echó con la escoba. Los flamencos recorrieron así todos los almacenes, y de todas partes los echaban por locos. 

Entonces un tatú, que había ido a tomar agua al río se quiso burlar de los flamencos y les dijo, haciéndoles un gran saludo: 

–¡Buenas noches, señores flamencos! Yo sé lo que ustedes buscan. No van a encontrar medias así en ningún almacén. Tal vez haya en Buenos Aires, pero tendrán que pedirlas por encomienda postal. Mi cuñada, la lechuza, tiene medias así. Pídanselas, y ella les va a dar las medias coloradas, blancas y negras. 

Los flamencos le dieron las gracias, y se fueron volando a la cueva de la lechuza. Y le dijeron: 

–¡Buenas noches, lechuza! Venimos a pedirte las medias coloradas, blancas y negras. Hoy es el gran baile de las víboras, y si nos ponemos esas medias, las víboras de coral se van a enamorar de nosotros. 

–¡Con mucho gusto! –respondió la lechuza–. Esperen un segundo, y vuelvo enseguida. 

Y echando a volar, dejó solos a los flamencos; y al rato volvió con las medias. Pero no eran medias, sino cueros de víboras de coral, lindísimos cueros recién sacados a las víboras que la lechuza había cazado

–Aquí están las medias –les dijo la lechuza–. No se preocupen de nada, sino de una sola cosa: bailen toda la noche, bailen sin parar un momento, bailen de costado, de cabeza, como ustedes quieran; pero no paren un momento, porque en vez de bailar van entonces a llorar. 

Pero los flamencos, como son tan tontos, no comprendían bien qué gran peligro había para ellos en eso, y locos de alegría se pusieron los cueros de las víboras como medias, metiendo las patas dentro de los cueros, que eran como tubos. Y muy contentos se fueron volando al baile. 

Cuando vieron a los flamencos con sus hermosísimas medias, todos les tuvieron envidia. Las víboras querían bailar con ellos únicamente, y como los flamencos no dejaban un instante de mover las patas, las víboras no podían ver bien de qué estaban hechas aquellas preciosas medias. 

Pero poco a poco, sin embargo, las víboras comenzaron a desconfiar. Cuando los flamencos pasaban bailando al lado de ellas, se agachaban hasta el suelo para ver bien. Las víboras de coral, sobre todo, estaban muy inquietas. No apartaban la vista de las medias, y se agachaban también tratando de tocar con la lengua las patas de los flamencos, porque la lengua de la víbora es como la mano de las personas. Pero los flamencos bailaban y bailaban sin cesar, aunque estaban cansadísimos y ya no podían más.

Las víboras de coral, que conocieron esto, pidieron en seguida a las ranas sus farolitos, que eran bichitos de luz, y esperaron todas juntas a que los flamencos se cayeran de cansados. Efectivamente, un minuto después, un flamenco, que ya no podía más, tropezó con un yacaré, se tambaleó y cayó de costado. En seguida las víboras de coral corrieron con sus farolitos y alumbraron bien las patas del flamenco. Y vieron qué eran aquellas medias, y lanzaron un silbido que se oyó desde la otra orilla del Paraná. 

–¡No son medias! –gritaron las víboras–. ¡Sabemos lo que es! ¡Nos han engañado! ¡Los flamencos han matado a nuestras hermanas y se han puesto sus cueros como medias! ¡Las medias que tienen son de víboras de coral!

Al oír esto, los flamencos, llenos de miedo porque estaban descubiertos, quisieron volar; pero estaban tan cansados que no pudieron levantar una sola pata. 

❤ Disfruten el audiolibro que hicieron para ustedes las Seños Corina y Noelia haciendo click 👇


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Bibliografía on line: https://continuemosestudiando.abc.gob.ar/recurso/primaria/4-to-ano/practicas-del-lenguaje/actividades-para-realizar-en-el-hogar?u=5f1ef1e770ceb50d34218b11


jueves, 3 de septiembre de 2020

RICITOS DE ORO (CUENTO TRADICIONAL)

 


HABÍA UNA VEZ EN MEDIO DEL BOSQUE UNA CASITA DONDE VIVÍAN TRES OSOS.

UN OSO GRANDE, UNA OSA MEDIANA Y UN PEQUEÑO OSITO.

UN DÍA, LA OSA PREPARÓ UNA SOPA DE AVENA PARA EL ALMUERZO Y LA SIRVIÓ EN TRES TAZAS.

LLENÓ UNA TAZA GRANDE PARA EL OSO GRANDE, UNA TAZA MEDIANA PARA LA OSA MEDIANA Y UNA TACITA PEQUEÑA PARA EL OSO PEQUEÑO.

MIENTRAS LA SOPA DE AVENA SE ENFRIABA, LOS TRES OSOS SALIERON A DAR UN PASEO POR EL BOSQUE.

EN ESE MOMENTO UNA NIÑA DE CABELLOS DORADOS SE ACERCÓ HASTA LA CASA DE LOS TRES OSITOS. 

MIRÓ POR TODOS LADOS, SE PARÓ EN PUNTAS DE PIES PARA ESPIAR POR LA VENTANA PERO NO VIO A NADIE. FUE SIN HACER RUIDO HASTA LA PUERTA Y DESUBRIÓ QUE ESTABA MEDIO ABIERTA, RICITOS DE ORO LA EMPUJÓ Y ENTRÓ.

LA MESA ESTABA PUESTA CON LAS TRES TAZAS, RICITOS DE ORO SINTIÓ MUCHA HAMBRE.

PROBÓ LA SOPA DE AVENA DE LA TAZA GRANDE. ESTABA MUY CALIENTE Y SE QUEMÓ.

PROBÓ LA SOPA DE AVENA DE LA TAZA MEDIANA. ESTABA FRÍA Y LA DEJÓ.

PROBÓ LA SOPA DE AVENA DE LA TACITA PEQUEÑA. ¡ESTABA PERFECTA!

LA ENCONTRÓ TAN RICA QUE SE LA COMIÓ TODA. 

ENTONCES, RICITOS DE ORO QUISO DESCANSAR UN MOMENTO.

SE SENTÓ EN LA SILLA GRANDE. LE PARECIÓ DEMASIADO DURA Y NO LE GUSTÓ. 

SE SENTÓ EN LA SILLA MEDIANA. LE PARECIÓ DEMASIADO BLANDA Y LA DEJÓ. 

SE SENTÓ EN LA SILLA PEQUEÑA. ¡ESTABA PERFECTA! 

LA ENCONTRÓ MUY CÓMODA... PERO LA SILLITA ERA MUY PEQUEÑA Y SE ROMPIÓ.

RICITOS DE ORO TENÍA SUEÑO Y QUISO DORMIR UN RATO.

SUBIÓ LAS ESCALERAS Y ENCONTRÓ TRES CAMAS.

SE ACOSTÓ EN LA CAMA GRANDE. LE PARECIÓ MUY ALTA Y NO LE GUSTÓ.

SE ACOSTÓ EN LA CAMA MEDIANA. LE PARECIÓ DEMASIADO BAJA Y SE PARÓ. SE ACOSTÓ EN LA CAMITA PEQUEÑA ¡ESTABA PERFECTA!

LA ENCONTRÓ TAN CÓMODA QUE SE DURMIÓ INMEDIATAMENTE.

LOS TRES OSOS REGRESARON EN ESE MOMENTO DE SU PASEO.

CUANDO SE SENTARON A LA MESA PARA COMER, EL OSO GRANDE VIO UNA CUCHARA EN SU TAZA. CON SU VOZ GRUESA, PROTESTÓ:

- ¡ALGUIEN HA PROBADO MI SOPA!

LA OSA MEDIANA VIO UNA CUCHARA EN SU TAZA. CON SU VOZ FINITA EXCLAMÓ:

 -¡ALGUIEN HA PROBADO MI SOPA!

EL OSO PEQUEÑO VIO SU TACITA Y LLORÓ:

-¡ALGUIEN HA PROBADO MI SOPA! ¡Y SE LA COMIÓ TODA!


EL OSO GRANDE FUE LUEGO HASTA SU SILLA. PERO EL ALMOHADÓN NO ESTABA EN SU LUGAR Y RUGIÓ CON VOZ GRUESA:

-¡ALGUIEN SE HA SENTADO EN MI SILLA!

LA OSA MEDIANA MIRÓ SU SILLA. VIO QUE EL ALMOHADÓN ESTABA EN EL SUELO Y CHILLÓ CON SU VOZ FINITA:

- ¡ALGUIEN SE HA SENTADO EN MI SILLA!

EL OSO PEQUEÑO ENCONTRÓ ROTA SU SILLITA Y LLORÓ: 

-¡ALGUIEN SE HA SENTADO EN MI SILLA! ¡Y LA ROMPIÓ!


                     

LOS TRES OSOS SUBIERON LAS ESCALERAS.

EL OSO GRANDE VIO SU CAMA REVUELTA Y, CON SU VOZ DE TRUENO, RUGIÓ:

-¡ALGUIEN SE HA ACOSTADO EN MI CAMA!

LA OSA MEDIANA VIO SU CAMA REVUELTA Y, CON SU VOZ FINITA, CHILLÓ:

-¡ALGUIEN SE HA ACOSTADO EN MI CAMA!

EL OSO PEQUEÑO MIRÓ SU CAMITA Y LLORÓ:

-¡ALGUIEN ESTÁ DURMIENDO EN MI CAMA!

RICITOS DE ORO OYÓ EL GRUÑIDO DEL OSO GRANDE PERO PENSÓ QUE ERA UN TRUENO.

TAMBIÉN OYÓ EL CHILLIDO DE LA OSA MEDIANA PERO PENSÓ QUE LLOVÍA.

PERO CUANDO ESCUCHÓ LLORAR AL OSITO PEQUEÑO, ABRIÓ LOS OJOS Y TRES OSOS ESTABAN A SU ALREDEDOR. 

RICITOS SALTÓ DE LA CAMA, Y CORRIÓ POR LAS ESCALERAS Y ESCAPÓ.

CORRIÓ Y CORRIÓ Y NUNCA MÁS REGRESÓ A LA CASA DE LOS TRES OSOS.

CON MUCHO CARIÑO LEO EL CUENTO PARA VOS, HACÉ CLICK 👇





¿QUERÉS VER UN VIDEO DEL CUENTO? HACIENDO CLICK PODRÁS DISFRUTAR DEL CUENTO "RICITOS DE ORO" QUE LA MAESTRA DE LOS MINIMALITOS LES CUENTA. COMO TODO CUENTO TRADICIONAL NOTARÁS ALGUNAS DIFERENCIAS.

👉http://www.pakapaka.gob.ar/videos/

ACÁ TENÉS OTRO VIDEO PRECIOSO!! LA VERSIÓN ES COMO EL TEXTO QUE LEISTE. 

👉https://www.facebook.com/257802127714214/videos/237028514207786/

💖ME GUSTARÍA QUE ME CUENTES ESAS DIFERENCIAS QUE ENCONTRASTE EN LOS COMENTARIOS 

BIBLIOGRAFÍA ON LINE: 

miércoles, 2 de septiembre de 2020

“LOS VEINTE RATONES”. TITA MAYA (ADAPTACIÓN) (1º AÑO)

 





ARRIBA Y ABAJO, POR LOS CALLEJONES                                                                  

PASA UNA RATITA CON VEINTE RATONES.

UNOS SIN OREJAS Y OTROS OREJONES,

UNOS SIN BIGOTES Y OTROS BIGOTONES,

UNOS SIN NARICES Y OTROS NARIZONES,

UNOS SIN PANCITA Y OTROS MUY PANZONES.                                      

ARRIBA Y ABAJO, POR LOS CALLEJONES

PASA UNA RATITA CON VEINTE RATONES.


🎵🎶 DISFRUTÁ LA CANCIÓN COMPLETA HACIENDO CLICK 👇


SABÍAS QUE...

ESTA POESÍA HECHA CANCIÓN ES UNA ADAPTACIÓN DEL POEMA ANÓNIMO TRADICIONAL LLAMADO "LOS VEINTE RATONES". COMO TODO CUENTO TRADICIONAL, ES DE TRANSMISIÓN ORAL  Y SE PASA DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN (ES DECIR, SE LO CUENTAN DE PADRES A HIJOS Y ASÍ POR MUCHOS AÑOS). Y CADA NARRADOR LE HACE CAMBIOS, NOTARÁS ALGUNAS DIFERENCIAS SI VES EL VIDEO DE "CUENTOS QUE VIAJAN" 👇



BIBLIOGRAFÍA ON LINE: https://continuemosestudiando.abc.gob.ar/recurso/primaria/1-er-ano/practicas-del-lenguaje/actividades-para-realizar-en-el-hogar?u=5f1ef024946fa6911606eb03

https://www.facebook.com/watch/?v=265750761140654&extid=Zdg9Rg8IAKD56HXb